Un escenario, muchas capas
El capítulo siete arrancó con una escena que se está volviendo costumbre: Casciari, Nacho Merlo, Gabo Grosvald y Walter Gammarota desparramando papeles en la mesa mientras presentan ideas, funciones, talleres y nuevas plataformas como si fueran cartas en una ronda interminable. Esta vez, el foco estuvo en la Sala Casals, el espacio que Orsai tiene en el Paseo La Plaza y que empieza a mostrar una grilla establecida.
Desde shows familiares con magos hasta noches para adultos que mezclan teatro, comedia y performances, la sala empieza a consolidarse como sede porteña del espíritu Orsai. Entre papeles y carcajadas, se deslizó el dato: ya está disponible la app de Orsai Audiovisuales, desde donde se podrán ver todos los contenidos grabados de la editorial. Una plataforma propia, una pantalla más.
Burlesque, libros e improvisación
Después del bloque de apertura, el episodio fue dividiendo su guion en capítulos. Primero, el burlesque: Yani Giovannetti, pionera del género en Argentina, y Liliana “Lilo” Dildo, performer, contaron cómo están armando un espectáculo que celebra los cuerpos reales, el deseo, el humor y la libertad escénica. “La pregunta es: ¿por qué no podría hacer burlesque alguien como yo?”, dijo Lilo, y la mesa estalló de aplausos.
Más tarde, Sebastián Culp, Lucila Yáñez y Lauchán presentaron su flamante libro infantil Cómo funcionan las cosas, editado por Carolina Martínez. Una joya técnica y visual, diseñada para responder preguntas que todo niño se hace, pero sin perder humor ni belleza. Lo que parecía una sección didáctica se convirtió en una oda al trabajo editorial colectivo.
Y hacia el final, Daniel Molina, crítico y escritor, llegó para hablar de Borges y de su próximo taller en la Escuela Orsai. Se armó una charla filosófica, íntima y divertida, donde Molina confesó: “Borges fue mi mayor descubrimiento de chico y mi relectura constante de grande”.
Para cerrar, Rodrigo Bello presentó Catarsis, el show de ImproCrash que propone reír como forma de desahogo. Teatro de improvisación, sí, pero también de comunión.