Ocurrió el pasado 21 de febrero y se hizo viral en las redes. También apareció en los diarios. «Engañó a los medios y fingió ser víctima de Generación Zoe», tituló Perfil al día siguiente. Y era verdad.
Un joven con gorra y barbijo negro iba caminando por la calle y vio móviles de televisión frente a la sede de Generación Zoe, una empresa denunciada por estafa piramidal.
En la calle había damnificados reales que pedían la devolución de sus inversiones y este chico, que no tenía nada que ver con el asunto, se mezcló con las víctimas. Puso mirada de tristeza y un periodista de C5N picó.
Se acercó al chico y le preguntó si él también había sido estafado por Cositorto, el dueño de la empresa. El chico dijo que sí, mintió un nombre (Gastón) y ocurrió este gran momento televisivo:
Durante más de dos minutos el muchacho de la gorra y el barbijo negro llevó a pasear al periodista por un montón de lugares surrealistas, bizarros y desopilantes, sin que el trabajador de prensa lo notara.
Yo me enteré del asunto casi al instante porque Chichita, mi mamá, me llamó llorando.
—¿Estás estafando gente de nuevo, Gordo? —me decía— ¡Te descubrieron en la televisión!
Puse C5N, retrasé unos minutos la señal y ahí lo vi. Casi al principio de la nota el chico me denunciaba públicamente:
«Yo entré acá por recomendación del Gordo Casciari, que también arma ponzi de libros, y la verdad es que no sé qué más hacer».
Por supuesto yo no conocía a este muchacho y jamás en la vida le recomendé entrar a ninguna parte, pero al instante lo amé.
Vi la entrevista tres veces más: la forma en que el chico encadena una mentira tras otra, gradualmente, intercalando ideas absurdas y a la vez creíbles, me dieron muchas ganas de conocerlo y de invitarlo a jugar a casa.
No fue difícil dar con su nombre real porque él mismo subió a su Twitter la broma. Descubrí que tiene 26 años, que hace videos y que su cara real, detrás del barbijo negro, es esta:
Me comuniqué con él primero por DM y le pedí su Wasap. Una vez en ese terreno, le pregunté muy seriamente si le gustaría trabajar con nosotros.
Su respuesta me hizo reír. Me dijo:
«Desde los 17 años quiero trabajar en Orsai».
Y al día siguiente empezó.
Ahora es el último fichaje del Equipo Orsai. Le decimos Jere Ponzi y está detrás de la unificación de todas nuestras cuentas Orsai:
@comunidad.orsai en Instagram
@comunidadorsai en Twitter
@ComunidadOrsai en tiktok
Hoy armó una búsqueda del tesoro y un concurso de memes para regalar no sé qué cantidad de libros míos y revistas Orsai. Ayer le pegó un coquito en la cabeza a Gabo, mi productor, que es un señor grande. Y hace un rato me cagó a pedo porque no le gusta el logo de Orsai y quiere que sea otro distinto. Es decir: ya me estoy arrepintiendo. Pero el que no arriesga no gana.