En Orsai tenemos una teoría incomprobable: Nacho Merlo es, probablemente, la persona que más mails mandó en la historia de internet. Todo aquel que se haya acercado alguna vez con dudas o consultas por vía virtual, recibió sin lugar a dudas una respuesta precisa y eficaz del propio Nacho.
Con 43 años, ocupa el rol de jefe de Comunicación y coordina qué contar y cómo contar todo lo que pasa en el vasto universo Orsai. En reuniones misteriosas y largas charlas inconfesables con el señor Casciari, definen las novedades que se publicarán en backup.orsai.org y las redes. Nacho oficia de nexo directo con los lectores, los socios productores y toda la Comunidad Orsai: su misión es que los 150 mil miembros tengan resuelta cualquier inquietud y se queden contentos.
Además, y ya bordeando la explotación laboral, Nacho también es el cerebro y la ejecución de los correos personalizados que spamean promociones, descuentos y novedades.
De lector a corrector, y de corrector a interventor del área: así llegó Nacho a Orsai
Un buen día de 2012, un Nacho Merlo joven y de pelo todavía oscuro tuvo en sus manos la Orsai N5 de la primera temporada. Como le era costumbre, la abrió, olió sus páginas y se la leyó de un tirón. Casi al final, se topó con un supuesto concurso:
Nacho, que además de lector era obsesivo compulsivo, había detectado más del doble. Consiguió el mail de Hernán Casciari y se los reportó uno por uno. Casciari, por supuesto, no tenía los 500 dólares que había prometido, pero a cambio le envió una felicitación amistosa invaluable. Ese fue el primer contacto de Nacho con Orsai.
Algunos años más tarde, Casciari sufrió un paro cardíaco y, como no se murió, escribió «El mejor infarto de mi vida». En 2016 abrió la convocatoria para encontrar corrector para el libro y Nacho volvió a ponerse en contacto con él: le recordó la anécdota de los 500 dólares y se ofreció para el puesto.
Casciari no tuvo más opción que contratarlo. Descubrió y celebró la obsesión patológica de Nacho por el detalle y lo sentó a corregir libros y revistas, migrar contenido para la web revistaorsai.com y hasta coordinar los textos del Taller de Anécdotas de Hernán y Chiri para convertirlos en la Orsai Edición Aniversario. Para Nacho era un sueño en modalidad part time, hasta que en la pandemia renunció a su trabajo oficial y se entregó al sacerdocio de atender y resolver, desde la comunicación de Orsai, las inquietudes de una comunidad de más de 150 mil personas.
Con la experiencia de «La uruguaya» y la expansión de Orsai hacia un montón de rubros del ámbito de la cultura, Nacho se convirtió en una especie de pulpo que ataja —y corrige— todo lo que le tiran. Y así le quedaron las canas.